Esmaltes de pandemia 1: Uñas verdes

Miren, han pasado tres años. El abandono de este blog no implica la falta de amor por los esmaltes, sino un exceso de flojera y de vida, por más extraño que suene eso. Me han pasado muchas cosas en la vida, desde dejar un trabajo al que le había dedicado 7 años hasta…… pues hasta 2020, pero este perro año le está pasando a todo el mundo.

Llevo algunos meses ya trabajando desde casa y ni el tiempo extra había reactivado la chispa para escribir. No sé exactamente qué lo hizo precisamente hoy, pero cuando me pega el impulso por hacer algo, usualmente tengo que hacerlo casi en ese mismo instante porque, si no, se me desaparecen las ganas y nomás ya no sucede. Algo así estuvo pasando estos tres años. Decía «ah, debería escribir algo» o «debería tomarle fotos a este manicure para el blog», pero no seguía el impulso y se me olvidaba.

Porque no crean que he olvidado que existe Mucho Esmalte y Pocas Nueces. Sigo diciéndole a la gente que me pregunta si escribo que existe e incluso sigo viendo uno que otro like en la página de Facebook. No sé cómo siguen llegando, pero lo hacen y les sigue gustando el contenido.

Otra cosa que me motivó es que cambié de rumbo profesional y ahora me dedico a escribir, editar y supervisar contenido que se publica mayormente en WordPress. He aprendido qué demonios es SEO y por qué es importante. Una parte muy importante de mi trabajo es optimizar contenido para asegurarme de que llegue a quien debe recibirlo y tengo semanas con la campanita en la cabeza sonando y diciéndome que podría entrar a este vejestorio abandonado, darle una limpiada y ver si puedo aplicar todo lo que he aprendido en este año de Copywriter y Content Manager hacia algo que tiene un lugarcito en mi corazón como lo es Mucho Esmalte y Pocas Nueces.

Y bueno, ya me voy a dejar de historias, teorías y conspiraciones para dejarles lo que más les interesa de este blog; fotos de uñas esmaltadas. Les cuento: cuando empezó la pandemia, comencé con el proyecto de usar todos mis esmaltes, los cuales son más de 300 (NO me pregunten por el número exacto, empecé a inventariar, luego siguió creciendo la colección y nunca terminé) y los tengo ordenados por color en un mueble que tal vez recuerden y en otra pequeña cajonera ordenados por un santo desmadre:

mueble especial para guardar esmaltes de uñas
La foto podría ser mejor, estoy consciente de ello. Pero no creo que quieran ver mi desorden mental materializado tan de cerca y en HD.

La mala noticia es que ya usé las 2 primeras filas y media sin tomar fotos ni documentar nada, jé jé jé jé. La buena es que ya empecé a tomar fotos y de ahí para arriba quedan putomil esmaltes, así que tenemos entradas para rato. Mi plan, entonces, será platicarles un poco de cada uno. Esto para tener algo que escribir, pero también para ver si me acuerdo de dónde salieron tantos pinches esmaltes. Así que, va la primera mano:

uñas pintadas con esmalte maybelline, color club, gothic gala y china glaze verde
Tomaba mejores fotos en 2017, lo sé. Estas las saqué con mi celular (el cual, irónicamente, ahora tiene mejor cámara que la»pro» que usaba en ese entonces para tomar todo) y la luz del sol porque no quería perder el ímpetu de ponerme a escribir un blog. Prometo para el próximo me instalaré como se debe.
  • Drops of Jade de Maybeline: Por allá del 2014 tuve una brevísima obsesión con esos glitters blancos y negros. Me compraba todos los que me encontraba. Tampoco me encontré tantos porque ese es uno de los únicos tres que tengo.
  • Something’s F*cky de Gothic Gala: Awww, este tiene una historia muy bonita porque es el primer y único esmalte que he recibido gratis a cambio de una reseña. Todo empezó porque compré un par en una oferta, hice la reseña de uno de ellos y le mandé las fotos a la creadora. Afortunadamente, le gustaron y me envió esta hermosura junto con otros 4 esmaltes para reseñar. Desafortunadamente, ya no existe la marca, pero nos queda el hermoso recuerdo. Y las fotos como prueba de que tenía más talento para tomarlas hace 7 años.
  • Custom Kicks de China Glaze: Así como tuve obsesión con glitters blancos y negros, también tuve (sigo teniendo, más bien) una con cualquier esmalte con tonalidades doradas. Aquí no se ve, tendrán que tomar mi palabra como cierta, pero tiene brillitos microscópicos dorados y hermosos.
  • Edie de Color Club: Este lo compré en las llamadas «blog sales» de las blogueras más exitosas que yo que reciben esmaltes gratis para reseñar y luego no saben qué hacer con ellos. El color es lindo pero OMG tiene una consistencia horrenda y difícil. Pero no se nota en la foto, que es lo que importa.
uña pintada con esmalte China Glaze verde
Saluden a Martina en el fondo. Juzgando hasta fuera de foco.

Turned Up Turquoise de China Glaze: Este es un caso especial porque es un mate metálico. Aquí se ve brilloso porque le puse topcoat, pero en realidad se ve así. La consistencia de este también es HORRENDA, pero eso es el caso con la gran mayoría de los mates. La uña de mi pulgar tiene muchos bordes, no sé por qué. ¿Me voy a morir?

uñas pintadas con esmaltes revlon, opi, zoya y hema color verde
Miren, el mundo se está yendo a la chingada, ¿ok? No pasa nada si se me cayó la pintura nomás en la punta de las uñas por alguna extraña razón. Si algo me ha enseñado 2020 es a bajar mis expectativas de la vida y ustedes también deberían hacerlo.
  • Ocean de Revlon: Este fue uno de los primeritititos esmaltes que me compré de «marca» y que costaba más de los 20 pesos que gastaba en botellas de esmaltes. Estamos hablando de hace como 8 años y la consistencia sigue perfecta, bien ahí Revlon.
  • Fly de OPI: Este es un mini que venía en un set de OPI que compré en oferta como por 4 dólares en San Diego. Es una botella ridículamente pequeña, la consistencia está muy rara y es una colección de Nicki Minaj. Ni hablar.
  • Zuza de Zoya: Esta marca tiene la maldita costumbre de hacer ventas 2×1 a cada rato y no estoy segura si este lo compré en una de esas ofertas o en las blog sales, mencionadas anteriormente. Como haya sido, y aunque es un esmalte hermoso, espero que se estén dando cuenta de que tengo un problema.
  • 840 de Hema: Este es muy especial para mí porque lo recibí en un intercambio de esmaltes con mi amiga Narmai desde Holanda. Ella es una nail artist súper mega talentosa y la conocí por casualidad en un grupo de Facebook hace varios años. Ya tiene rato que no publica, pero vale mucho la pena visitar su página, hace magia con los esmaltes. Becho y abacho para ella. De lejos porque Covid.
uña pintada con esmalte Jessies Girl verde
Estos esmaltes ya tenían varios días en mis uñas y no se encuentran las mejores condiciones después de tanta lavadera de trastes y manos. Esta es la vida real de una cenicienta en tiempos de pandemia.

Mermaid’s Lagoon de Jessie’s Girl: Otro más a la lista de esmaltes con shimmer dorado y que no se ve en la foto. Este lo compré en los saldos de la Dax, otro lugar peligroso que alimenta mi adicción. Y no sólo de esmaltes, ahora que también me pinto el cabello de colores locos, ha sido mi fuente inagotable de productos. Porque si pensaban que tengo un problema con los esmaltes, deberían ver la cantidad ridícula de productos para el cabello que son mi propiedad.

Y con eso llegamos al décimo dedo. Ya no prometeré nada para después, sólo les dejaré una canción. Gracias por leerme.

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